domingo, 4 de abril de 2010

“De cien mil infectados con VIH, solo ocho mil son tratados”

El PNUD y Onusida promueven la campaña 'Una imagen contra el estigma y la discriminación causados por el VIH-Sida’. Julio Rondinel, un psicólogo sanmarquino que trabaja en la Municipalidad de Carmen de la Legua, nos habla de su vida como activista y como persona con VIHAutor: Gonzalo Pajares Cruzado"Ingresé a San Marcos en pleno conflicto interno. San Marcos tenía una línea social que nos llevaba a trabajar con la comunidad. Por ejemplo, dentro del campus, veíamos personas de comunidades campesinas, obreros mineros, etc. Por eso, en el 87, empecé a hacer servicio comunitario en el área de Educación. Trabajé en colegios, con discapacitados". Julio Rondinel, activista y una de las personas que promueve la campaña 'Una imagen contra el estigma y la discriminación causados por el VIH-Sida’, nos habla de sus sanmarquinos años.¿Se comprometió políticamente?Soy uno de los beneficiarios del Plan Integral de Reparaciones para Víctimas del Terrorismo. En el 92, sobreviví a la matanza de Castro Castro. Salí en el 94, pero Fujimori decidió volver a foja cero todos los procesos. Me encarcelaron tres años más. En el 98 fui absuelto por la Corte Suprema; a los pocos meses, me dieron mi diagnóstico positivo de VIH.¿Cómo se contagió?Pudo haber sido por la vía sexual, porque tuve sexo sin protección; pero también por una operación que tuve en el hospital Dos de Mayo. Antes de la operación, mis exámenes salieron negativos. Eso fue en junio; en octubre, mi diagnóstico de VIH fue positivo.¿Cómo enfrentó la noticia del VIH?No fue sencillo. En primer lugar, la cárcel me dejó muchas cicatrices. Recibí tratamiento psicoterapéutico durante tres o cuatro años. Allí trabajé la violencia y el VIH. Cuando al fin salí de la cárcel, pude terminar mi carrera de psicólogo y, luego, dedicarme a la Psicología. No me cuesta demostrar mis capacidades profesionales.¿Por qué no aceptan que se les diga seropositivos?Se lo explico: nosotros no somos sidosos –desarrollamos el sida en la última etapa–, no tenemos la peste rosa –porque hay muchísimos heterosexuales infectados, con alto índice en madres y niños– y no somos seropositivos –el que es seropositivo es el suero–. Por ello decimos que somos 'personas viviendo con VIH’.¿Ha sido despedido por ser una persona con VIH?He trabajado en múltiples organismos que ayudan a prevenir el VIH y que combaten la discriminación. Sin embargo, siento que fui discriminado en la Conamusa (Coordinadora Nacional Multisectorial en Salud). Tengo un juicio con este organismo.¿Cuántos casos reportados hay de personas con VIH?Lima y Callao tienen el 75% de los cien mil casos reportados, en el Perú, de VIH y sida. Nosotros trabajamos en el tema de la inclusión y de la prevención social. Para nosotros, el VIH es como una discapacidad. En Argentina, por ejemplo, la gente con VIH es beneficiada por el Conadis (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad), recibe una pensión y viaja gratuitamente en el transporte público. Sus medicinas las cubre el Sistema Integral de Salud, por la discriminación se dictan charlas y, por estas, es reconocida como 'capacitador comunitario’.Ustedes quieren iguales beneficiosAsí es. También estamos trabajando un proyecto de ley de discriminación positiva. Si bien hay cien mil infectados, solo 45 mil están identificados con nombre y apellido. Los demás no saben que tienen VIH. Y, de estos 45 mil, solo ocho mil reciben tratamiento antirretroviral. Los demás no porque no hay presupuesto. ¿Qué va a pasar cuando empiecen a enfermarse? También hay VIH en comunidades nativas, pero no hay cifras oficiales.¿Cuánto cuesta un tratamiento?Existen más de 15 retrovirales y un inhibidor. Este inhibidor cuesta 20 mil dólares y se pone todos los días. En el Perú, hay dos o tres personas que, a través del seguro social, se ponen este inhibidor. Los retrovirales van de los 300 soles a los tres mil dólares mensuales, dependiendo si son genéricos o si son de marca.¿Hay países donde el Estado cubra el 100% del tratamiento?Brasil, donde se considera al VIH como una epidemia. Su problema es que no invirtieron en prevención. Nosotros promovemos la prevención. La epidemia tiene tres niveles: incipiente –como en los países ricos–, concentrada –aquí estamos nosotros– y generalizada –como Brasil–. Si no invertimos en educación y en prevención, podemos llegar a un desborde, que no es solo sanitario sino financiero.http://peru21.pe/impresa/noticia/cien-mil-infectados-vih-solo-ocho-mil-son-tratados/2010-03-09/269763