martes, 27 de abril de 2010

¿SI LA OMS NO ES UN REFERENTE, ENTONCES QUIÉN?


¿SI LA OMS NO ES UN REFERENTE, ENTONCES QUIÉN?
La AOE es un tema de salud pública
Por: Alfredo Guzmán *
Martes 27 de Abril del 2010
En un reciente artículo, el señor Prieto Celi, de igual forma que todos los que se oponen a la Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE), cuestiona el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como ente técnico en materia de salud a nivel mundial, ello solo porque su posición sobre la embriología y fisiología reproductiva no está de acuerdo con sus creencias.
La OMS, como se mencionó en un reciente panel, es un organismo supranacional que cuenta con una serie de comités de expertos a escala mundial sobre diferentes temas y que analizan políticas de salud basados en la ciencia y no en las creencias o credos de sus miembros. El señor Prieto repite el mismo guion que mi colega el doctor Alvarado, cuando se refirió a un artículo mío sobre la anticoncepción oral de emergencia, y escribió que estaba lleno de inexactitudes. Si el doctor Alvarado me conociera, sabría que en mi trayectoria profesional siempre mis escritos y conferencias están basados en las evidencias científicas. Además, no estoy ligado a ningún laboratorio farmacéutico. Por ello puedo afirmar a ambos columnistas que el embarazo comienza con la implantación. La unión del óvulo con el espermatozoide, llamada fertilización o fecundación (“Embriología” de Carlson, 2007; “Embriología” de Langman, 2008; “Ginecología de Novak”, 2007), evento anterior, produce un grupo de células vivas que se multiplican. Si el proceso no tiene tropiezos, como ocurre solo en el 33% de las fecundaciones, se convertirá en un embrión, pero también puede convertirse —debido a la impronta parenteral u otras alteraciones— en un embarazo sin embrión o en una degeneración como es la mola hidatidiforme, y ninguno de los dos es un ser humano o vida humana como la llama. Además, no hay descrita aún ninguna prueba que permita afirmar un embarazo antes de la implantación.
La AOE, según una variedad de estudios tisulares, bioquímicos y moleculares, no ejerce ningún efecto sobre el endometrio comparado con el de las mismas mujeres sin exposición a la AOE (Raymond 2000, Marions 2002, Duran 2003, Palomino 2003). Con respecto al inserto de los productos sobre una probable acción endometrial, esa fue una exigencia de la Digemid para poder autorizar su comercialización en el 2001. Ambos tienen razón cuando dicen que no hay estudios nuevos sobre el mecanismo de acción de la AOE desde el 2005. La razón es que esto ya está bien fundamentado y no se necesitan más estudios. Existen algunos metaanálisis de Cochrane Library del 2009, pero que tienen que ver con otros aspectos de la AOE, como efectividad comparada con otros métodos, uso en adolescentes, etc.
Ahora, con respecto a la mención del doctor Alvarado al artículo de Mikolajczyk en el 2007 como prueba para asegurar el efecto antiimplantatorio o abortivo de la AOE. El estudio del doctor Mikolajczyk, un médico alemán con estudios de teología católica, no dice eso. La investigación, basada en un modelo simulado (modelo matemático) de los trabajos de Croxatto sobre la efectividad de la AOE, se pregunta si la diferencia de efectividad entre el estudio de Croxatto y el modelo matemático de acuerdo con el tiempo transcurrido entre el acto sexual y la toma no estaría explicada también por un efecto posovulatorio. Pero no lo prueba ni lo afirma y concluye que se necesitan más estudios. Invito a los lectores interesados a revisar el artículo en “Fertility and Sterility” 2007, 88 (565-71), y verán que lo que digo es correcto. Por último, aquí no está en riesgo la democracia ni el Estado de derecho, como afirman. Lo que está en riesgo es la vida de miles de mujeres que no podrán acceder a un método que les permita evitar tener más hijos de los que desean por presión de un grupo de católicos conservadores que quieren imponer sus convicciones e ideas a toda la población sin respetar otros credos o creencias.
[*] Consultor en salud pública