jueves, 3 de diciembre de 2009

Violencia contra las mujeres: un problema de salud pública, de justicia social y de vulneración de derechos humanos


En el marco del 25 de Noviembre, Día de la No Violencia contra la Mujer, Católicas por el Derecho a Decidir – Perú se suma a esta campaña mundial que nos recuerda muchas situaciones de vulneración de derechos hacia las mujeres y sobre todo, a aquellas que no tienen acceso ni recursos para hacer valer una voz propia y decidir sobre sus vidas y lo que les afecta.

La violencia en cualquiera de sus expresiones no es un castigo de Dios ni un destino divino. Es una construcción social aprendida por los hombres y se expresa en relaciones de abuso de poder, donde los varones se han creado el rol de mandar y abusar, y a las mujeres se les ha asignado el mandato de obedecer sin límites y no cuestionar.

Muestra de ello, en las últimas semanas hemos visto desfilar a varios funcionarios públicos, ex ministros de salud, congresistas y jueces utilizando el poder que tienen para dictaminar sobre la vida sexual y reproductiva de las mujeres: 1) fallo desfavorable e injusto del Tribunal Constitucional que prohíbe al Ministerio de Salud la distribución gratuita de la anticoncepción oral de emergencia – AOE, y 2) simplificar a cuestiones morales el debate sobre el aborto en las causales de violación sexual y eugenésico obviando el aporte de la ciencia. En ambos casos se ha vulnerado el derecho a la salud.

Además y al parecer, tampoco les interesan otros problemas que afectan la vida de las mujeres, como las altas tasas de feminicidio, trata, explotación sexual, mortalidad materna, trabajo doméstico no remunerado, explotación laboral, y la deuda histórica con todas aquellas que vivieron en la piel la violencia política. Nos preguntamos de qué hablan cuando hacen referencia a la erradicación de la pobreza o mejoras de las cifras económicas en el país.

Como mujeres católicas y de fe, rechazamos la injerencia de la jerarquía eclesial católica y otros grupos conservadores sobre las estructuras políticas del país y en el campo de las políticas públicas en salud sexual y reproductiva. Consideramos que su presencia en este ámbito ha contribuido a generar más injusticia, desigualdad y abuso de poder, violencia que ha recaído con mucha dureza sobre las mujeres, sus vidas, cuerpos y decisiones.

Dios no puede ser más la justificación de las injusticias sociales, creemos en un Dios justo que no discrimina ni sanciona, que nos da la libertad de conciencia para decidir utilizar nuestra razón y fe. Por ello, promover que las mujeres acepten su destino negándoles acceso y recursos para decidir, es atentar contra su libertad y dignidad humana.

Católicas por el Derecho a Decidir – Perú insta al Estado para que promueva políticas públicas más efectivas para prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres. Exhortamos a nuestras autoridades a que gobiernen con autonomía y no en base a asuntos de carácter religioso, tal como corresponde a un Estado democrático que respeta a todas y todos por igual.


Agradecemos su difusión.

Lima, 25 de noviembre de 2009

Católicas por el Derecho a Decidir Perú