Ban Ki-moon, dijo que los países pobres tendrán que conformarse con un acuerdo poco específico.
Renuncia presidenta de la cumbre.
"Connie Hedegaard, ministra del Medio Ambiente de Dinamarca."
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo en Copenhague que los países en desarrollo tendrán que ceder en sus aspiraciones de alcanzar un acuerdo sobre el dinero que deben pagar los países ricos para combatir el calentamiento global.Las diferencias sobre lo que los países en desarrollo exigen y lo que el mundo occidental está dispuesto a pagar es uno de los mayores obstáculos de la cumbre.Al respecto, Ban Ki-moon le dijo al diario británico Financial Timesque no cree que definir un monto exacto sea vital en este momento y urgió a todas las naciones a firmar un tratado general, por el bien común.No obstante, el corresponsal de la BBC Peter Nettleship explicó que a juzgar por la postura de los países en desarrollo en los últimos días de negociaciones, no queda claro si aceptarán un acuerdo lleno de buenas intenciones, pero sin objetivos específicos ni peso legal.Desde que comenzó la cumbre el lunes 7 de diciembre, los países en desarrollo han acusado a las naciones industrializadas de retroceder en su compromiso de luchar contra el cambio climático.RenunciaLa falta de consenso entre los ministros de Medio Ambiente y el descontento de los manifestantes que los acechan son dos factores que han elevado al máximo nivel de tensión en la Cumbre de Cambio Climático que se realiza en la capital danesa.Pocos después de las declaraciones de Ban se conoció la renuncia de la presidenta de la cumbre, la ministra danesa del medio ambiente Connie Hedegaard. Será reemplazada por el primer ministro de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen.Según la oficina del primer ministro, el reemplazo se debe al "número sin precedentes" de mandatarios y jefes de estado que están arribando a la cumbre, por lo que alguien de mayor nivel debía ocupar la presidencia de la cumbre.Rober Harrabin, uno de los enviados especiales de la BBC a Copenhague indicó que en los pasillos de la cumbre se mencionaba la inminencia de un "golpe de Estado" de Rasmussen contra Hedegaard, para que un jefe de gobierno presidiera las reuniones donde había otros mandatarios.Sin embargo, Harrabin indicó que hay dudas sobre ese motivo, pues los acuerdos reales no se van a realizar en una reunión de los jefes de Estados, sino en largos y complicadoss encuentros de nivel ministerial.Según nuestro enviado especial, no es ningún secreto que el primer ministro danés deseaba presidir la cumbre y que había gran tensión entre él y la ministra del medio ambiente.ProtestasEntre tanto, algunos activistas se han empeñado en hacer todo lo posible para interrumpir las negociaciones en medio de frustraciones por las complicaciones logísticas y el malestar por la falta de avances.Desde hace dos días miles de delegados han tenido que hacer fila durante varias horas para poder entrar al centro de conferencias, en muchos casos sin éxito."Y ahora, al iniciarse las conversaciones ministeriales, los organizadores han recortado el número de activistas que podrán ingresar", señaló desde la capital danesa el enviado especial de la BBC, Richard Black."Se han organizado marchas en las que se prevé que algunos manifestantes intentarán introducirse en el recinto sin autorización. Si lo logran, van a encontrarse con otros que tienen previsto abandonar las conversaciones", agregó Black.Una portavoz del grupo Climate Justice Actionseñaló que este miércoles se llevarán a cabo eventos "masivos de desobediencia civil".Los activistas sostienen que unos 15.000 delegados no han podido ingresar al evento debido a problemas con sus acreditaciones.OptimismoMientras, en el interior del recinto, las negociaciones, sobre todo entre Estados Unidos y China, se han estancado debido a discrepancias en torno a los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero y la ayuda financiera que le correspondería a los países más pobres.El presidente de EE.UU., Barack Obama, quien llegará a Copenhague este viernes, confía en que todo se solucionará, según expresó la Casa Blanca."El presidente cree que podremos alcanzar un acuerdo operativo que tenga sentido en Copenhague en los próximos días", señaló en rueda de prensa el portavoz Robert Gibbs.Sin embargo el negociador estadounidense en la conferencia aclaró que no anticipa ofrecer recortes en las emisiones de carbono de EE.UU.El primer ministro británico, Gordon Brown, quien ya se encuentra en Copenhague, se mostró menos optimista que los estadounidenses."Es posible que no logremos un acuerdo y también es cierto que todavía hay muchos temas por resolver. Sin embargo estoy empeñado en hacer todo lo posible por unir al mundo", dijo Brown.Más de 120 líderes mundiales se sumarán a las conversaciones el jueves con la intención de lograr un acuerdo final el viernes, cuando termina la cumbre.