viernes, 23 de julio de 2010

Homofobia: Con Pena de Muerte

En Uganda, país africano de 26 millones de habitantes, el homosexualismo ha sido ilegal durante 100 años, pero desde finales del 2009 ronda en Kampala un proyecto de Ley Antihomosexual con castigos que llegarían hasta la pena de muerte.
Es la creación de David Bahati, un congresista nuevo que cuenta con apoyo popular, y el propio presidente Yoweri Museveni le sonríe.
La ley penaría las relaciones consentidas entre adultos con 7 años de cárcel, los enlaces o bodas homosexuales con prisión perpetua y el sexo con menores con la pena de muerte.
También castigaría a quien no denunciara a la Policía en 24 horas “actividades” homosexuales y se buscaría la extradición de ugandeses gay en el extranjero para procesarlos.
Se cree que ciertos grupos evangélicos norteamericanos han tenido mucho que ver con la iniciativa.
Arrastra seguidores en Uganda un predicador californiano de ultra-derecha, Scott Lively, autor de ‘La esvástika rosada’, libro que vincula al nazismo con el movimiento gay en una presunta alianza para dominar el mundo.
Esa trama ha estimulado sensibilidades anticoloniales en Uganda, señala el reverendo Kapya Kaona, un pastor episcopal que también considera que el homosexualismo es uno de los pecados de Occidente.
Otro elocuente partidario del proyecto es Martin Ssempa, pastor que recibe apoyo económico de la Iglesia Saddleback, dirigida por Rick Warren, también autor antigay de éxito con The purpose of a driven life, que suele quemar condones en público a la vez que hace campaña contra el sida. Según él –y, de paso, de la Iglesia Católica– solo la oración y la abstinencia pueden combatir el mal.
La Secretaria de Estado Hillary Clinton define el proyecto de ley como “una potencial violación muy seria de los derechos humanos” y el propio presidente Barack Obama lo ha condenado.
El congresista Bahati, sin embargo, propone que su país rompa relaciones internacionales y tratados que se opongan a su propuesta, y si esto significa perder ayuda económica, “que se queden con su plata”.
“Esta es una ley fundamental para nuestro país, para nuestra generación”, dice. “Cualquiera que no crea que el homosexualismo es un crimen es un simpatizante”.
Así las cosas, existe otra realidad: Uganda es, según la OMS, un país en que la lucha contra el sida/VIH está teniendo éxito: los infectados han bajado de 15% de la población en 1991 a 6% en el 2007.