viernes, 23 de julio de 2010

América Latina carece de acceso suficiente a los medicamentos contra el sida

Viena, 21 jul (EFE).- El acceso a los medicamentos contra el sida sigue siendo insuficiente en América Latina, donde unos dos millones de personas están infectadas con el VIH, aunque menos de una cuarta parte recibe tratamiento.
Pedro Cahn, presidente de la Fundación "Huésped", que lucha contra el sida en Argentina, manifestó hoy en Viena durante la conferencia internacional SIDA 2010 que es un "mito" que en ese continente exista un amplio acceso a los antirretrovirales que prolongan la vida de los infectados.
"Desde hace siete años, el número de personas que reciben tratamiento no aumenta", señaló el ex presidente de la Sociedad Internacional del Sida en una intervención durante la conferencia.
América Latina protagonizó hoy varios eventos y paneles en este encuentro internacional sobre la situación del VIH/sida en el subcontinente. Unos 25.000 científicos, expertos y afectados han acudido a este evento, que concluye el viernes.
"Se está haciendo un esfuerzo insuficiente para reclutar a los pacientes que podrían ser tratados" una vez que han desarrollado la enfermedad, agregó Cahn en declaraciones a Efe.
Como agravante, dos tercios de estos tratamientos se concentran en sólo tres países -Brasil, Argentina y México- que reúnen sólo el 45 por ciento de los infectados en la región.
Además del reparto geográfico desigual, existe una disparidad muy grande en cuanto al costo de las terapias, que varía entre unos pocos cientos de dólares hasta varios miles, dependiendo del país.
Entre los años 2001 y 2008, el número de afectados en América Latina y el Caribe aumentó un 25 por ciento, pasando de 1,6 a unos 2 millones de personas, unas 170.000 más que hace dos años.
De éstas, se estima que unos 1,2 millones de personas han desarrollado ya la enfermedad, por lo que deberían recibir tratamiento, lo que sólo sucede en unos 450.000 casos.
La prevalencia del VIH en la región es muy dispar; la media es del 0,6 por ciento de la población, aunque en el caso de Haití ese porcentaje alcanza el 4 por ciento.
Otro problema es que en América Latina los fondos disponibles no se destinan a los grupos sociales más afectados por el sida.
La ONU estima que un 40 por ciento de las nuevas infecciones se produce entre hombres que tienen contactos sexuales con hombres, pero sólo un 10 por ciento de los fondos disponibles se invierte en medidas preventivas en ese sector de la población.
En cuanto a los derechos de los afectados por el sida, varios activistas latinoamericanos denunciaron hoy que a pesar de los más recientes avances, existe una gran diferencia entre la legislación y la realidad sobre el terreno.
La mexicana Gloria Carreaga, secretaria general de ILGA, la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays, calificó a los gobiernos latinoamericanos de ser unos "simuladores".
Los gobiernos de América Latina "firman muchos acuerdos pero luego no actúan", manifestó la psicóloga social de la Universidad Autónoma de México (UNAM) en su intervención.
El activista español Pedro Zerolo, miembro de la Ejecutiva Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), destacó en uno de los foros que reunió a representantes de los colectivos latinoamericanos más afectados por el sida, que el subcontinente ha progresado mucho en los últimos dos años.
"Luchar contra la discriminación es luchar contra el sida", manifestó Zerolo, al destacar la reciente aprobación del matrimonio homosexual por el Congreso argentino.
El dirigente español también destacó en ese sentido la ley de unión civil adoptada en Uruguay, que incluso permite la adopción de hijos, y los planes de Brasil de introducir una legislación similar a la de sus vecinos.
Por otra parte, el secretario general de Onusida, Michel Sidibé, confirmó hoy a Zerolo por otros dos años como embajador de buena voluntad de esa organización de la ONU para América Latina.
Además, le encargó coordinar la presencia de las organizaciones civiles latinoamericanas en la próxima conferencia sobre el sida que se celebrará en dos años en Washington.