viernes, 23 de julio de 2010

Consenso de Brasilia para una educación no discriminatoria‏

En la 11ª Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe, la Sociedad Civil afirmó su compromiso para "promover una educación pública de calidad para la igualdad, laica, no discriminatoria, no sexista, no lesbofóbica, no racista, intercultural y bilingüe, con el incremento de recursos para asegurar el acceso y permanencia de niñas y adultas en todos los niveles educativos".
La conferencia organizada por CEPAL, en Brasilia, entre el 13 y el 16 de julio de 2010, debate sobre la cuestión de ¿Qué estado para qué igualdad? En América Latina y el Caribe.
Las organizaciones de la Sociedad Civil allí presentes acordaron una declaración y la educación no sexista está entre los puntos tratados.
Hace más de una década que educación y género figuran entre los compromisos que asumen los Estados en distintos acuerdos internacionales. Reconocemos que desde Bejing +15 se ha avanzado en el acceso a la educación de las mujeres. Pero los logros son demasiado modestos todavía, aún se reproduce la inequidad social, la de género que se reproducen en un modelo de desarrollo excluyente.
Hoy en la Conferencia, las organizaciones de mujeres, representadas en la voz de la feminista de la haitiana, Lise Marie, reafirmamos 20 puntos para el Consenso de Brasilia, que debe ser firmado al final de esta semana.
La educación es un aspecto central en este documento se afirma que:
"Debe promover una educación pública de calidad para la igualdad, laica, no discriminatoria, no sexista, no lesbofóbica, no racista, intercultural y bilingüe, con el incremento de recursos para asegurar el acceso y permanencia de niñas y adultas en todos los niveles educativas".
"Debe promover políticas democráticas de comunicación que estimulen la producción y difusión de contenidos no discriminatorios o estereotipados, que represente las imágenes de las mujeres en toda su pluralidad".
"Debe asegurar el cumplimiento del Consenso de Cairo+5 y del Consenso de Quito que reconoce los derechos sexuales y derechos reproductivos, implentando políticas de salud y educación que garanticen el ejercicio de estos derechos".
“Lamentablemente los compromisos de los estados suelen limitarse a una discusión sobre el acceso a la educación formal. La debilidad de las políticas afecta la permanencia y el egreso. La finalización del nivel medio y post secundario es un logro que alcanzan pocos. Esto afecta el derecho a la educación de calidad, pero también condiciona el derecho al trabajo. Además son débiles las políticas de fortalecimiento de la ciencia y tecnología y no hay cambios estructurales en los campos del conocimiento que reconozcan las contribuciones y saberes de los distintos grupos de mujeres. Espero que el Consenso de Brasilia sea un marco de ruptura”, comentó Imelda Arana Saenz, una de las delegadas de REPEM en la Conferencia.
“La finalización de la secundaria constituye hoy un requisito mínimo para incorporarse a puestos de mercado de calidad. Si bien se ha avanzado en la cobertura, en América Latina menos del 25% de los y las jóvenes que viven en hogares pobres concluye este nivel. En algunos países la situación es aún más dramática, pues solo menos del 5% los y las jóvenes pobres pueden finalizar este nivel. El impacto de la exclusión temprana de los sistemas educativos impacta diferencialmente en hombres y mujeres. Las políticas educativas no han sido suficientes para asegurar la igualdad. La raza, el nivel de ingreso y el lugar en el que se vive continúan siendo variables que explican los logros educativos” sintetizó, Claudia Giacometti, investigadora argentina, especializada en educación.

La Campaña Educación No Sexista y Anti Discriminatoria se suma a estas consideraciones, expectativas y lo afirmado en el documento de la sociedad civil.