Entre el 22 y el 24 de enero se desarrolló en Lima el “Segundo congreso internacional de la familia”. En este evento organizado por diversas agrupaciones anti-derechos asistieron como personajes centrales el Cardenal Juan Luis Cipriani, uno de los miembros más importantes del Opus Dei en el Perú. Asimismo, el evento contó con la participación del Obispo Auxiliar de Quebec (Gerald Cyprien Lacroix); el periodista y director de ACI-Prensa (Alejandro Bermúdez Rosell); el chileno Pedro Morandé Court; y el presidente del Population Research Institute de los Estados Unidos, Steve Mosher. Es decir, es un evento que ha reunido a importantes activistas anti-derechos del continente.Bajo la figura de la discusión sobre la familia, este evento se ha desarrollado para realizar diversas coordinaciones y discusiones en torno a temáticas ligadas a la oposición a los derechos sexuales y reproductivos, temas como el AOE, la despenalización del aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo aparecen como puntos centrales de las agendas de los grupos anti-derechos que pretenden prohibir o eliminar la existencia de estos derechos de las personas. Estos grupos defienden una mirada conservadora de la familia que solo puede ser heterosexual y cuyo fin es la reproducción. Sostienen que las personas homosexuales son personas enfermas o anormales, que los anticonceptivos deberían estar prohibidos y que el aborto es un pecado. La excusa de la defensa de la familia, se ha convertido en un mecanismo para establecer discursos de regulación del cuerpo de las personas y para plantear ideas que parece se hubieran estancado en el siglo XIX.
