La Justicia de Irlanda se esfuerza en resolver antiguos casos de abusos perpetrados por sacerdotes en el pasado, y el caso más reciente se refiere a una mujer que fue abusada durante el sacramento de la confesión.La víctima fue identificada como una mujer de 42 años residente en la localidad de Killiney, en el condado de Dublín, quien declaró que fue abusada por el padre Maeliosa O'Hauallachain tres veces entre 1981 y 1982, informó el sitio británico The Independent.Según el testimonio de la mujer, el sacerdote la obligó a rezar diez Ave María después de abusar sexualmente de ella a modo de penintencia por sus actos impuros. O'Hauallachain, quien hoy tiene 72 años, negó los cargos.La víctima tenía entre 13 y 14 años en el momento de los ataques, y declaró que después de esa traumática experiencia su comportamiento "empezó a deteriorarse" y a los 15 se volcó a la bebida y se bañaba con crema desinfectante porque se sentía "malolinente"."Sentía que si rompía el silencio Dios me castigaría", expresó la mujer, y relató como, un domingo antes de confesarse, el cura la obligó a poner su mano bajo su sotana para jugar con su miembro.Los abusos se prolongaron todos los domingos durante dos años, y la mujer concluyó que, después de cada episodio, "iba como una tonta a rezar los Ave María con la vergüenza de lo que había pasado en la casa de Dios".
sábado, 30 de enero de 2010
Cura pedófilo obligaba a sus víctimas a rezar
La Justicia de Irlanda se esfuerza en resolver antiguos casos de abusos perpetrados por sacerdotes en el pasado, y el caso más reciente se refiere a una mujer que fue abusada durante el sacramento de la confesión.La víctima fue identificada como una mujer de 42 años residente en la localidad de Killiney, en el condado de Dublín, quien declaró que fue abusada por el padre Maeliosa O'Hauallachain tres veces entre 1981 y 1982, informó el sitio británico The Independent.Según el testimonio de la mujer, el sacerdote la obligó a rezar diez Ave María después de abusar sexualmente de ella a modo de penintencia por sus actos impuros. O'Hauallachain, quien hoy tiene 72 años, negó los cargos.La víctima tenía entre 13 y 14 años en el momento de los ataques, y declaró que después de esa traumática experiencia su comportamiento "empezó a deteriorarse" y a los 15 se volcó a la bebida y se bañaba con crema desinfectante porque se sentía "malolinente"."Sentía que si rompía el silencio Dios me castigaría", expresó la mujer, y relató como, un domingo antes de confesarse, el cura la obligó a poner su mano bajo su sotana para jugar con su miembro.Los abusos se prolongaron todos los domingos durante dos años, y la mujer concluyó que, después de cada episodio, "iba como una tonta a rezar los Ave María con la vergüenza de lo que había pasado en la casa de Dios".
